Historia del Café
575 d.C.
Origen y cultivo
La planta del café es originaria de Etiopia. Usada como alimento, en 575 d.C. pasa a ser cultivada por los árabes con el objetivo de utilizarla para la preparación de una bebida. Según las primeras referencias, el café fue clasificado en la familia de los evónimos y después en la de los jazmines. Más tarde, el café fue incorporado por Linneo y, posteriormente por De Jussie, como perteneciente a la familia de las Rubiáceas, género coffea.
La historia más generalizada atribuye el descubrimiento de las propiedades del café a un prior de un monasterio cristiano, en el que un pastor de cabras llamado Kaldi, habría notado que los animales confiados a su
guarda, tras haber comido de “una cierta planta” no podían conciliar el sueño y se mostraban muy agitados. El prior constató el hecho, y utilizando los granos de esa planta hizo beber la decocción obtenida a sus monjes, los cuales, gracias a él quedaban más despiertos durante los oficios religiosos de la noche.
1600 / 1645 / 1649
Introducción del café en Europa
El café comercial entró en Europa a través de Venecia, donde el primer café público – el "Café Florian" – abrió en 1645. El café llegó poco después a Francia (1659), expandiéndose su consumo rápidamente y a gran escala.
Desde entonces, las "casas de café" en Europa se convirtieron en lugares influyentes, frecuentados por artistas, intelectuales, comerciantes, banqueros, etc., siendo un foro para actividades políticas y desarrollo de la sociedad.
Surgieron varios opositores al café en todos los lugares. En Italia, alrededor de 1600 los sacerdotes pidieron al Papa Clemente VIII que prohibiera la bebida favorita del Imperio Otomano, considerándola parte de la amenaza infiel. Sin embargo, tras beber un sorbo, el Papa la encontró deliciosa y la bautizó como una aceptable bebida para los cristianos de todo el mundo.
Siglo XVIII-1800
El café en Portugal
En el siglo XVIII, en Portugal, Francisco de Melo Palheta, durante el reinado del rey D. Juan V, consiguió introducir el café en la antigua colonia de Brasil y transformarlo en el mayor productor mundial de café. Desde Brasil, el café fue llevado a las antiguas colonias de Cabo Verde y S. Tomé y Príncipe.
En Angola el café surgió anteriormente, se cree que fue introducido por misioneros portugueses. En Timor el café entró por Java con los holandeses.
El árbol del café Arábica fue introducido en S. Tomé desde Brasil alrededor de 1800. Por la misma época, el árbol del café fue introducido por los portugueses en Cabo Verde.
En Angola, el grupo de los árboles del café dominante era el Robusta, responsable del 90 a 95% de la producción de café comercial de este territorio.
Siglo XVIII XIX
Primeros cafés públicos en Portugal
Durante el siglo XVIII aparecieron los primeros cafés públicos inspirados en las tertulias francesas del siglo XVII, convirtiéndose en espacios de animación cultural y artística. Surgieron así varios cafés en Lisboa, entre ellos el Martinho da Arcada, Café Tavares, Botequim Parras. Ya a principios del siglo XIX se abrieron los famosos cafés Marrare fundados por António Marrare, siciliano de origen, negociante de vinos embotellados,
licores y café. Tal como se decía en la época, "Lisboa era Chiado, o Chiado era o Marrare e o Marrare ditava a lei". Con Júlio Castilho, Almeida Garrett, Alexandre Herculano, entre otros, estos cafés públicos eran auténticas academias de moda y pensamiento.
1963
Creación de la Organización Internacional del Café (ICO)
La Organización Internacional del Café (ICO) se creó 1963, con sede en Londres.
Se establecieron cuotas de café, tanto a países productores como importadores, para evitar una continua variación de los parámetros en juego. Esta organización está sustentada por fondos procedentes de sus miembros, distribuidos proporcionalmente a la posición que ocupan en el mercado internacional. Así, Brasil y Colombia
por un lado y EE.UU. y algunos países de Europa Occidental por el otro, son la base económica de la organización. Bajo el control de la ICO, los precios permanecieron relativamente estables durante casi 25 años. A finales de los años 80 el acuerdo comenzó a no funcionar convenientemente. Producía un exceso global de café y muchos países no estaban de acuerdo con las cuotas que la ICO les asignaba.