Envasado
De la planta a la taza
Tras la formación de los lotes, el café en grano se transporta a través de una cinta transportadora hasta los depósitos de las máquinas empaquetadoras. Normalmente, los envases más utilizados para el envasado del café pueden ser de:
- Pared simple, con o sin válvula de salida de gases;
- Pared triple, donde la 1ª pared se refiere exclusivamente a la garantía de sellado del envase, la 2ª sirve de protección del producto (luz, humedad y oxígeno) y la pared exterior contiene el grafismo y la rigidez de un envase;
- En el mercado también pueden aparecer latas, muy utilizadas en el envasado en vacío y los envases de cristal, particularmente utilizados en el café soluble.
En Delta existen dos tipos de envasado:
- Consiste en envasar el café en total ausencia de aire, quedando el envase con aspecto rígido y endurecido. Este método se considera la mejor forma de conservación del café torrefactado en envase. Normalmente se utilizan envases herméticamente cerrados con válvula de salida de gases, permitiendo una buena protección contra las influencias externas.
- Consiste en reducir el contenido de oxígeno del interior del envase, y sustituir dicho oxígeno por un gas inerte. De manera general, los porcentajes de oxígeno inferiores al 0,5 % son suficientes para la estabilización de las calidades intrínsecas del producto durante 18 meses.
Control del proceso:
Como garantía de la conservación de todas las características organolépticas (cuerpo, “flavour”, aroma) procedemos al control del envase. Este control consiste en lo siguiente:
- Comprobación del peso líquido del café;
- Comprobación de la integridad del envase;
- Control del oxígeno residual en el interior del envase.